sábado, 13 de agosto de 2011

Un escudo de marquetería

Hay ocasiones en las que nos llega un feedback del cliente vía imágenes o fotografías, con lo que podemos ver cómo queda nuestro trabajo una vez que sale del taller y se entrega junto al trabajo u obra en conjunto, y éste es uno de ésos casos en lo que tal circunstancia tuvo lugar.

Teníamos el encargo de confeccionar un escudo de marquetería para la mesa presidencial de la sala de juntas de una Real Academia. El escudo iba integrado en la tapa de la mesa, chapeada en cerezo, y el cliente nos facilitó un croquis y las medidas que debía tener el motivo. Seleccionamos asimismo las diferentes maderas a utilizar, cual si se tratara de una paleta de colores a la hora de hacer un cuadro, y nos pusimos manos a la obra.

Ante todo había que tener en cuenta que el modelo de marquetería iba rodeado de un filete de boj muy fino, de 2mm de ancho, que acotaba el modelo mismo dentro de la tapa de la mesa, pero la chapa de fondo del modelo - cerezo americano - tenía que seguir el veteado por fuera del óvalo que delimitada el filete de boj. Por tanto, lo primero era el preparar la sábana de chapa de cerezo, uniendo las diferentes chapas entre sí con papel engomado, y trazar sobre la misma el óvalo que debía ocupar la marquetería, cortando con bisturí y separando la pieza cortada sobre la que íbamos a trabajar del resto de la chapa, que como en los procedimientos de cocina, "se reservaba".

El plano en papel que nos dió el cliente lo alineamos y centramos, lápiz y regla, dibujo técnico puro y duro; una vez definidas y dibujadas las piezas, dicho plano sirvió de modelo para ir cortando las piezas que componían el modelo de marquetería, una a una, con bisturí, y una vez obtenidas todas las piezas, se hizo el mismo trabajo pero a la inversa, el ir trazando y cortando de la pieza de chapa de cerezo ovalada todos los espacios que debían ocupar los diferentes componentes que conformaban la marquetería. Como si de un puzzle se tratara, fuimos encajando las piezas en sus alojamientos, fijando bien todas entre sí con papel engomado, con lo que al final del proceso teníamos la pieza central ya completada.

Metimos en prensa tanto la pieza ovalada como el resto de la sábana de cerezo sobre el tablero soporte de 19mm de espesor ( con la cara con el papel engomado hacia afuera, eso siempre ) y una vez prensada y lijada la tapa, venía el trabajo de embutir el filete de boj. A base de pulso y fresadora manual, fuimos haciendo la canal en la que posteriormente se embutió el filete, a base de martillo y cola blanca, y al ser finito se pudo ir llevando para que hiciese la forma ovalada del dibujo. Otra metida en prensa, ésta vez en frío, y la última lijada para completar el trabajo.

Semanas más tarde el cliente nos hizo llegar la foto de la marquetería, ya barnizada e instalada, y en uso.























No hay comentarios:

Publicar un comentario