martes, 23 de agosto de 2011

Mesillas de Mdf hechas a base de encolar costillas

Las posibilidades que ofrece el corte y fresado por cnc a veces permiten el dar la vuelta al calcetín. O lo que es lo mismo, usar el material de un modo alternativo al que pensó el fabricante a la hora de concebir el producto.

Nos explicamos: el tablero de fibras de densidad media - Mdf -  está pensado para que la superficie del tablero sea la superficie de uso del objeto final que se fabrique con dicho tablero ( mural, mueble, suelo..... ) ya que la densidad en las caras es más alta que en el núcleo del tablero; en el mueble lacado, por ejemplo, las caras del tablero son las que tienen un óptimo comportamiento al darles el producto de acabado, mientras que los cantos suelen presentar "repelo" y hay que trabajarlos para que la imprimación quede bien.

Con el corte por cnc éste principio se puede invertir, y como resultado de ello el núcleo del tablero es el que queda expuesto como superficie del trabajo final, como podemos apreciar en el trabajo que a continuación comentamos.

Una diseñadora nos encargó un trabajo que consistía en el corte por cnc de una serie de piezas iguales de Mdf de 30mm, que iban a ser en la práctica costillas que, encoladas entre sí, diesen como resultado un mueble auxiliar, en el trabajo en cuestión eran dos mesillas y una mesa baja para Tv, todo de diseño. Era un encargo que combinaba corte y fresado por cnc con trabajo de montaje y ajuste artesano de taller. Y así lo hicimos.

El tablero de Mdf cabía entero en la superficie de trabajo del pantógrafo, por lo que pudimos diseñar el despiece aprovechando al máximo los 244 x 122 cms de dimensión de cada tablero. Una fresa robusta de 6mm y varias pasadas ( y varios tableros también ) dieron como resultado las costillas o elementos con los que teníamos que trabajar en taller; la exactitud del corte por cnc es enorme, con lo que el ir encolando las piezas entre sí lo que había que procurar es que a la hora de apretar las encoladuras no hubiese movimiento alguno, ya que las piezas eran idénticas unas a otras ( las de cada mueble entre sí, lógicamente ). Posteriormente el trabajo arduo fue el lijado, tanto para igualar las pequeñas imperfecciones que pudiere haber como para preparar bien la superficie para el lacador, ya que las partes que conformaban los planos de las mesillas estaban compuestas por los cantos de las piezas de tablero de Mdf de 30mm usados, el tacto que quedaba era áspero por el repelo, y eso únicamente se lograba tamizar a base de lija, más lija y aún más lija, hasta que a base de brazo el resultado quedase suave y homogéneo.

Éste tipo de diseño y de preparación en taller posibilitó hacer unos originales muebles de diseño, que una vez lacados darían que pensar al que los examinase como demonios estarían fabricados. Y es que darle la vuelta al calcetín deja perplejo a más de uno.




1 comentario: