Se trataba de una mesa de juntas, realizada en tablero de 25mm de espesor, y chapada en nogal pero tenía que ir plumeado a cuatro aguas, a espiga inglesa, logrando la característica "punta de diamante" que se logra al combinar una chapa mallada con ésta técnica. Es de los procedimientos más curiosos de realizar en trabajos de chapeado, y el resultado siempre es particular, además de agradable de ver: como a base de ir juntando la chapa de madera, debidamente preparada y cortada al efecto, se va creando el dibujo que arranca desde el centro del plano de trabajo y abarca finalmente la superficie completa.
El procedimiento general fue el común a otros tipos de trabajos similares: unión de la chapa con papel engomado, preparación de contracara, prensado en caliente y posterior lijado. Además, a la tapa se le añadió un faldón vertical en todo el perímetro, unido mediante lambeta encolada oculta.
La "punta de diamante" es el efecto más característico del plumeado de la chapa de madera a cuatro aguas practicando la espiga inglesa.
Aplicamos un poco de agua con una esponja para la foto, así se resalta el color de la madera y el efecto es similar al que resulta una vez barnizado el trabajo.
Aunque se puede hacer con chapa con la veta más rameada, el efecto decorativo de la chapa "a espiga" se logra cuando la veta es la más mallada posible.
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